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El alma de los árboles |
Vídeos, documentos, reportajes
Los colores del otoño
Entrevista en TVE
Dices Miguel
El almendro
El granado
Vídeos y documentales |
es un libro singular que nos habla de los árboles, de su historia natural, del hábitat de cada especie, de cómo han contribuido cada una a la vida de los seres humanos, cómo nos han ayudado a paliar nuestras enfermedades, a construir viviendas y utensilios; cómo, en definitiva, nos han acompañado durante nuestro largo camino sobre el planeta que compartimos con ellos. Es un libro de entretenimiento, no tan solo porque está escrito de una forma llana y franca, con una voz sencilla y llena de cariño por estos seres, voz que se ve acompañada por la de otros autores que en sus obras han dado a los árboles vida literaria, sino porque está lleno de vida y curiosidades donde se aúnan naturaleza, literatura, mitología, historia, costumbres y leyendas en torno a cada uno de los árboles más comunes.
Los cocos son como botellas de náufrago con las que las palmeras colonizan las islas del Pacífico. Al abedul le gusta crecer en lugares abiertos, y bajo su protección pueden desarrollarse castaños, robles y hayas que consolidarán el bosque, mientras la siguiente generación de abedules sigue buscando nuevas y más alejadas zonas para cubrirlas de árboles. El escritor de cuentos Hans Christian Andersen cuando iba a entrar a España vio muchos cipreses y le pareció que le decían, con sus formas de paraguas cerrados, que entraba en el país del Sol. El ginkgo, el fósil viviente más antiguo, tiene una fuerza vital de supervivencia tan fuerte que después de la destrucción nuclear de Hiroshima, en la siguiente primavera, rebrotó un ejemplar. Los hijos de este árbol están hoy en Nueva York, Londres y París como embajadores de la Paz. Los antiguos celtas veían en la nuez un paradigma del huevo cósmico, origen de todo el Universo. El científico y divulgador Stephen Hawking sigue utilizando la metáfora de la nuez para explicar la teoría del Big bang. El nombre del hígado, similar en todas las lenguas romances, procede del fruto de la higuera, por la costumbre romana de comer hígado de oca cebado con higos. Al poeta Antonio Machado le gustaba contemplar los árboles y veía en ellos un reflejo de su propia alma
Esta nueva edición ampliada lleva el subtítulo de más árboles, más alma. Se incluyen nuevos capítulos dedicados a árboles tan significativos como las hayas y los tejos, tan singulares como el drago y tan afincados en la cultura popular como el enebro y la sabina. Por otro lado, los árboles que ya estaban plantados en el libro han crecido, como propios seres vivos, les han salido nuevas ramas que se han visto enriquecidas con nuevas acuarelas y más evocadoras imágenes poéticas. Para conseguir un desarrollo armónico, cada capítulo ha seguido aumentando sus propias raíces en busca de mayores y más profundas relaciones entre el árbol, el paisaje y el hombre. Comentando con los lectores, se ha creído conveniente incluir una guía concisa para identificar los árboles tratados. Es lamentable que cualquier habitante de nuestras ciudades pueda distinguir y reconocer muchos modelos de coches distintos y en cambio tenga serias dificultades si desea nombrar los árboles más comunes. Esta estremecedora realidad debería hacer reflexionar sobre los planes educativos y retomar las ideas de Francisco Giner de los Ríos que incluía el amor a la Naturaleza y al paisaje como base de su sistema de enseñanza. Unas ideas que florecieron en las mejores generaciones de poetas y pensadores que en España hubo en muchos siglos. Les deseamos una feliz lectura; y si es posible, a la sombra de un frondoso árbol.
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